Mensaje del obispo, con motivo del día del padre

Monseñor Víctor Hugo Palma - Obispo de Escuintla
Conferencia Episcopal Comunicados y Mensajes
Comunicados Conferencia Episcopal de Guatemala + Diócesis de Escuintla
Mensaje del obispo, con motivo del día del padre
Loading
/

Mensaje de Monseñor Víctor Hugo Palma
Obispo de Escuintla
con motivo del día del padre

El Señor bendiga hoy a todos los padres de familia, proteja la paternidad en el mundo y sea siempre Él que es padre, el modelo del papá en familia. Amén.

Muy queridos hermanos, especialmente, queridos padres de familia, les saluda su servidor, monseñor Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla. En estos días en que, sobre todo tal vez el comercio y sobre todo ciertos ambientes de publicidad nos recuerdan al día del padre, para que los hijos vayan a comprar un regalo, un obsequio, que bueno es celebrar el día del padre.

Pero bueno, aparte de lo material que importante es honrar al padre y a la madre. Así lo dice el cuarto mandamiento de la ley de Dios. Por eso, invitó especialmente a los hijos, a las hijas, a los nietos, como dice el Papa, a dirigirse a sus papás y también a las personas mayores, a los abuelos, en este día tan especial.

Recordemos que nosotros tenemos un Dios que es Padre de nosotros, no es el dueño, el propietario, la persona lejana como un gerente, supóngase que fuera una persona implacable. Y hago esta comparación porque es increíble, como tantas veces la figura de un miedo a Dios existe aún en nosotros el día que lo amemos como hijos que aman al Padre, ese día seremos en verdad cristianos. Cristo nos dijo cuando recen digan Padre Nuestro. Por eso este Padre del cielo es el modelo.

Queremos contemplarlo porque es el Dios del amor, de un amor que es cuidado, porque Dios, aunque en el mundo hayan guerras, hayan catástrofes haya un período de pobreza, Dios sigue cuidando este mundo y si nosotros oramos, sentiremos ese cuidado de Dios. Este Padre del cielo nos quiere dar un modelo y acabamos de terminar, pues recientemente el año de San José. En el año de San José, se recuerdan, estuvo como el modelo de la paternidad, el modelo de aquel hombre que recibió un hijo que no era suyo y lo cuidó como que fuera su hijo mejor, con toda la fe, con todo el amor, que San José nos recuerda, una virtud que es importante (Papa Francisco), la virtud de seguir soñando.

Cuando el matrimonio se da a ilusión, hay amor y alegría, pero se cae en la rutina. Y nos encontramos papás que se llaman, realmente tendrán un rostro luminoso, pero a veces es como que se vuelve una rutina, una llamada a buscar otro tipo de situación fuera de la familia.

El sueño del amor en el matrimonio y en la familia, hay que continuarlo siempre y eso se hace cuando hacemos oración, cuando escuchamos la palabra, cuando como familia frecuentamos también en los sacramentos la Santa Misa, sobre todo.

Una segunda característica de San José, era esa humildad, esa sencillez, sabemos que era un carpintero y cuando el Señor le pidió que fuera el padre de su hijo, no le mandó mucho dinero, no le mandó oro para que se sostuviera, el oro de los Reyes Magos pues se habrá acabado pronto.

Era un hombre sumamente sencillo, era un hombre que servía, esto es importantísimo. El padre de familia es un servidor. No es un propietario de su familia. ¿Cuántas veces la violencia intrafamiliar se da porque se confunde el hecho, por ejemplo, de ser varón con con el hecho de la fuerza? Y esto esto no está bien, Dios creó en igual dignidad al hombre y a la mujer, al padre y a la madre una actitud de servicio, que nosotros vemos reflejados en muchos padres que migran del país para ir a buscar un futuro para sus hijos, no es lo mejor, pero esto que muchas veces la fuerza de la falta de oportunidades y la pobreza, pues crea.

El servicio, ha de ser un ejemplo para los propios hijos, ayudar a la esposa ayudar en las cosas sencillas, aunque el padre haya tenido una jornada de trabajo, pues vuelva con gozo, a ayudar en lo que sea posible en su casa. Porque los hijos ciertamente lo ven todo, decía Santa Teresa de Calcuta: no te olvides que tus hijos tal vez no te hablen, pero siempre te están observando, están aprendiendo, quizás no platiquen mucho, están metidos en el celular.

Importante también lo que el Papa señalaba de San José: la fidelidad. La infidelidad matrimonial e infidelidad familiar hermanos, provoca muchos males, provoca delincuencia, provoca pobreza, provoca migración, provoca el mal ejemplo. Especialmente pienso en el varón, puede también una mujer ser infiel claro, entonces la fidelidad hoy día está como en juego, porque resulta que los más famosos son infieles, esta gente lastimosamente que ocupa la televisión, el cine, la radio, son gente que va de una pareja a otra jugando con el amor humano, jugando con la institución del matrimonio, que requiere fidelidad, la fidelidad se cultiva, se cultiva en la vida espiritual, se cultiva en las cercanías.

Se cultiva, me decía una persona usando el anillo del matrimonio. ¡Ah!, es que no tengo anillo porque soy pobre y ese anillo es muy caro, hay que ser sinceros, hay que dar en el mundo un signo de ese compromiso de esa unión sagrada del matrimonio, evitar la infidelidad que ciertamente causa dramas tremendos.

Y finalmente, pues la alegría, un padre cansado en su trabajo, quizá con muchos problemas, hasta de salud. No puede ser el que lleva la tónica del miedo, la tónica de del cansancio, del enojo a su casa, no. Aunque pasen cosas tremendas, decía San Felipe Neri: antes de entrar a tu casa, sacúdete de la cabeza los problemas, la discusión de los disgustos y entra con una alegría de encontrar a tu familia.

Recordemos que los amigos de la calle, queridos papás, son solamente amigos de la calle. Podrán parecer buenos, pero en tu casa es donde te aguantan, como decimos, donde te quieren realmente. Tengamos, pues esa impronta de alegría, que que haya positivismo, las cosas van mal, las situaciones se ponen difíciles, la economía puede ir tremendamente mal, pero que el padre enseñe a sus hijos a pedir al Padre del cielo el pan de cada día y sea positivo.

Invítalos a la oración a dar gracias por lo que se tiene, porque en el fondo, aunque lo haya ganado con su sueldo, con su trabajo, también es un don de Dios.

Muchas felicitaciones, queridos papás, queridos padres de familia, también esto es extensivo a las mamás, que ellas tienen en su día que suele ser un poco más encendido, pero no olvidemos al padre. Hoy muchas veces se olvida que ser padre es toda una escuela y todo se recarga sobre la mujer y viva la mujer. Pero bueno, eso invitaría a que el hombre se vaya de se entendiendo de los suyos. Felicitaciones y mucho ánimo queridos padres de familia.

El Padre del cielo los bendiga a todos y Jesucristo el Señor que nos invitó a rezar el Padrenuestro les bendiga mucho en su trabajo, en su salud, en su familia.

El Señor les bendiga en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

San José, modelo de todos los padres, ruega por nosotros, amén.