El obispo de la Diócesis de Escuintla, Monseñor Víctor Hugo Palma, anuncia cambios en algunas parroquias que forman nuestra Diócesis.
El numeral 523 del Código de Derecho Canónico (CIC Codex Iuris Canonici), faculta al Obispo diocesano, a proveer de párrocos mediante libre colocación, a las distintas parroquias, que tiene bajo su cargo.
Un sacerdote elegido para el oficio de párroco, dice el numeral 521 (cf 521 CIC), debe destacar por su sana doctrina, moral, celo pastoral y estar adornado con las cualidades de la cura parroquial.
El obispo decreta:
- Nombrar Párroco a:
- Reverendo Padre Dexther Elías, en la Parroquia San Cristóbal (Palín)
- Reverendo Padre Wilder García, en la Parroquia San Juan Pablo II (Escuintla)
- Nombrar Vicario parroquial a:
- Reverendo Padre Pedro Chachal, en la Parroquia San Cristóbal (Palín)
- Reverendo Padre Martín Sirín, en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe (Escuintla)
- Reverendo Padre Óscar Sánchez, en la Parroquia San Cristóbal (Palín)
Estos nombramientos, entran en vigencia el 28 de octubre de 2023 y para conocimiento público, las cartas de nombramiento son publicadas en los medios de comunicación oficiales de la Diócesis, Radio Católica 97.1 FM y página web de la Diócesis de Escuintla.
Nombramiento Padre Dexther Elías
Nombramiento Padre Wilder García
Nombramiento Padre Pedro Chachal
Nombramiento Padre Martín Sirín
Nombramiento Padre Óscar Sánchez
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Del Directorio para la vida y ministerio de los Presbíteros:
“Por intermedio del Obispo, los sacerdotes son llamados por Cristo a una vocación especial (cf Mc 3, 13; Lc 6,13); están en el mundo pero no son del mundo (cf. Jn 17, 14-15) y en virtud de la consagración, están capacitados para cumplir la misión misma de Cristo de anunciar a todos que el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca (cf. Mc 1,15) y de presidir, enseñar y santificar al Pueblo de Dios (5).
Estén, pues, todos los presbíteros, convencidos de que su identidad sacerdotal se realiza únicamente en la conformidad total con la identidad de Cristo, con conocimiento, coherencia y fervor del espíritu. Y recuerden que Cristo, al cumplir su misión de salvador, aceptó el camino de la encarnación, despojándose de sí mismo y tomando todo lo que es propio del hombre, excepto el pecado (cf Hb 2, 17-18; 4, 15). Esta encarnación será un signo de la actividad misionera”
Cada nombramiento es para una misión dentro del sector diocesano que corresponde a los cenáculos sacerdotales, junto a la disponibilidad, que haya espíritu de acogida por los hermanos.