Mensaje Pastoral de Adviento y Navidad

Mensaje Adviento y Navidad
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Mensaje Pastoral de Adviento y Navidad
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Mensaje Adviento y Navidad

He aquí que vengo y hago nuevas todas las cosas, dice el Señor
(cf Ap 21, 5)

Un saludo para todos ustedes queridos hermanos, de su servidor monseñor Víctor Hugo Palma obispo de Escuintla, me permito dirigirles este mensaje de adviento y navidad al mismo tiempo, precisamente para que nos ilumine la palabra de Dios, para que nuestra fe católica fortalezca este tiempo difícil; un adviento, una navidad de mucho sufrimiento en el mundo, por la pandemia decimos, por los muertos, por los empobrecidos, por los angustiados, por los desempleados, por las víctimas de las tormentas, pero el Señor está con nosotros.

Por eso, en este mensaje quisiera hermanos, recordarles esas palabras que decíamos: «el Señor viene y hace nuevas todas las cosas», esa nueva normalidad que el mundo espera, no será posible sin la ayuda del Señor, no se trata de cambiar las cosas, sino de cambiar los corazones.

Hay tres puntos que quisiera compartir con ustedes:

  1. Ante todo mantengamos la fe en el Señor, que cumple sus promesas (cf 1 Cor 1, 9). La pandemia y todo lo que sucede ha golpeado a muchos, hay países en donde han aumentado mucho los suicidios. Países ricos, por qué la gente está descontrolada, ha perdido el trabajo, cuando falta la fe en Dios prevalece entonces el miedo. Recordemos que el Señor le dice a María, a través del ángel, no temas. Le dice a san José, no temas. Tenía mucho temor de recibir a María, estaba esperando ella ¿cómo era esto?. María y José hicieron un adviento difícil, tuvieron que caminar de Nazaret hasta Belén, son decenas de kilómetros, pero en ese adviento confiaron en él Señor. Sí el Señor dice que está con nosotros, verdaderamente lo está, no dudemos de esa presencia del Señor.
  1. Recordemos que también este adviento es un tiempo de conversión. Este color morado del adviento que vamos a ir sustituyendo por el blanco luminoso en la navidad, nos recuerda que estas semanas son también de entrar en nosotros mismos, cuidado con caer en estas «fiestas de fin de año», que muchos comerciantes, que no son ni siquiera cristianos, organizan. El 60% a 70% de las ventas del año, se hace en esta época, ojalá que el mundo se recupere también comercialmente, pero el adviento y la navidad son, no de conversión de cosas de renovar las cosas, hay que renovar las actitudes del corazón. Por eso, es un tiempo para poner la mano en la conciencia, ¿qué estamos haciendo mal?, ¿qué estamos haciendo que impide la presencia del Señor con nosotros?. ¿Hasta dónde nos hemos reconciliado o estamos talvez en conflicto con otras personas? Por eso se dice que el adviento es una pequeña cuaresma, nos invita a la confesión, será más difícil encontrar a los sacerdotes ahora con las normas sanitarias, pero sí, siempre es posible si lo queremos. Esa conversión queridos hermanos, es algo que el Señor desea. Que esa conversión desemboque en evitar cosas imprudentes, hay quienes están haciendo convites, convivios, reuniones, algo hay que celebrar claro que sí, pero con la prudencia, con la sabiduría, con respeto, con la caridad.
  1. Y finalmente, quisiera invitarlos para que vivamos este adviento como diócesis, pensando en la actitud misionera para este año 2021 que viene, va ha ser un año en el que vamos a tomar este lema que teníamos en el 2020 que dice: en tu palabra lanzaré las redes (cf Lc 5, 5). A pesar de la pandemia, a pesar de las catástrofes, no podemos dejar de ser como Pedro. Pedro vio un fracaso, había estado toda la noche tratado de pescar y no lo lograba, pero dice cuando Cristo se lo pide, en tu palabra lanzaré las redes. Sigamos lanzando las redes de la misión, sigamos llevando la esperanza la alegría y la solidaridad, se han hecho colectas para las diócesis de Izabal, de Verapaz, de Quiché de Huehuetenango. Medio país está muy golpeado, seamos generosos y lancemos también la red de la esperanza, a los enfermos, a los que están solos.

No será un adviento, de mucho movimiento material, pero sí será un adviento y una navidad para vivirlas en familia, allí nacerá el Señor. Preparemos el nacimiento poniendo en el, todo nuestro corazón, así como Papa Francisco dice, veamos esos pequeños personajes sencillos, los pastores, María, José, (Admirabile signum, 5) que supieron estar alegres no por las cosas que tenían si no por aquél que nació

Y que desde ahora tengan todos ustedes una santa y alegre navidad, aun en tiempos difíciles, el Señor está con nosotros. Y nace para quedarse aquel que nos trae la alegría y la paz.

Que María santísima, nuestra patrona, que acabamos de celebrar, nos anime porque ella lo recibió en su corazón, a ella le decimos ¡ave María purísima, sin pecado concebida! Les bendiga a todos el Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.