Mensaje de Monseñor Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla, con motivo del día del maestro.
Muy queridos maestros, muy queridas maestras, les saluda su servidor, monseñor Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla. Les saludo con mucho respeto, con mucho aprecio y verdaderamente sintiéndome muy cercano a ustedes. Porque precisamente ustedes son una presencia de Dios en la vida de los alumnos. La presencia de la luz, no solamente del saber científico o matemático, sino también del ejemplo de vida.
Quiero ante todo felicitarlos por estar llevando una situación que no es fácil. Esta educación híbrida, presencial y también virtual, pues no es una tarea fácil. Esto complica todo sobre todos los ambientes donde falta el internet en nuestras comunidades, pero he ahí que la vocación del maestro hace un esfuerzo enorme, un esfuerzo, pos-pandemia. Queremos orar por todos aquellos maestros que se han enfermado, o hayan muerto en esta pandemia.
Y recordar que sigue habiendo un riesgo, pues que no depende de nosotros, sino de la pena de que sea un país con sólo el 27 ó 30 por ciento de vacunados. Muchos de sus niños no lo están y son susceptibles al contagio, de modo que gracias por emprender esta lucha, así cómo se puede.
Gracias también por tratar de vivir, queridos maestros, la cercanía a sus alumnos. No solamente virtual y con palabra lejana, sino también una cercanía de personas.
Hay un antiguo proverbio hindú que dice, que el maestro tiene que hacer cuatro cosas para estar con los alumnos:
1) El contacto. Bueno eso del contacto con esto del distanciamiento se vuelto imposible, pero el contacto, por así decirlo humano, en lo posible
2) Hay que ver a los ojos al niño. Porque sobre todo el niño o el joven son susceptibles a leer la verdad del maestro, de su vida, pues a través de una mirada a través de ese contacto, como decíamos visual, los ojos son pues las ventanas del alma.
3) A través de una palabra bien dicha. Una palabra bien dicha es una palabra que cultiva la mente. Y se espera que un maestro se siga cultivando siempre para hablar bien, para expresarse bien y para que la palabra comunique cultura, comunique la capacidad de convivir con otros.
4) El ejemplo. El ejemplo que ciertamente. No se puede reducir a las horas de clase. Yo soy el maestro o la maestra, el profesor, la profesora de tal hora a tal hora, pero después yo soy saber quién. No, la vocación del maestro implica toda su vida. No podemos encontrarnos con maestros que viven una cosa, una vida extraña en ciertas horas y después van a la clase a «orientar» entre comillas.
Por eso también, junto a estos llamados hay un llamado importante, para que se enseñe la verdad. ¿Cuál es la verdad?, ¿que dos y dos son cuatro, que Francia tiene ocho ríos famosos, que en el país hay diferentes zonas geográficas, que cómo se escribe la palabra caballo con con doble ll o con ye?. Estas son las verdades, hablando de temas de primaria. O verdades más complicadas de química, de álgebra. No, la verdad de la persona humana. Hoy estamos en época de mucha confusión.
Ustedes saben que son maestros alternativos al magisterio que ofrecen las redes sociales, donde se habla de la ideología de género. Se promueve esta ideología de género que es una alteración del orden humano, del orden natural. Y esto, pues no es que la iglesia jamás discrimina una persona homosexual hay que tratarla con respeto, con dignidad, sin una exclusión, pero cuando esto se convierte en los centros educativos, en toda una política para que el niño juegue con su sexualidad, juega a ser niño, juega a ser niña como pasa en los países dizque civilizados, ésto hace mucho daño, destruye la persona humana.
La persona tiene derecho de corresponder a su naturaleza. Es que me siento de este sexo o del otro, hay que orientar, porque muchas veces llegan a ustedes niños que han sido abusados o viven con ejemplos tremendos. Educarlos en este valor de la misma sexualidad. Hoy todo se llama género y el género es cambiable, la sexualidad no.
Señalo esto porque poco a poco en Guatemala, a través también de folletos que distribuyen las grandes agencias como la ONU y la UNICEF, que tenía una finalidad de evitar las guerras, pero no evitan las guerras, confunden con ciertas políticas, se hace mucho daño. Porque somos países que vivimos de los medios de comunicación y ojalá fuéramos un poquito más instruidos, porque la verdad es no solamente la verdad bíblica y les habla un religioso, la Biblia dice la verdad, pero también está la verdad natural.
Papa Francisco ha dicho: que Dios siempre perdona, las personas a veces perdonamos, pero la naturaleza no perdona. Miren ese cambio climático debido a los excesos, a los trastornos que hemos causado y si comenzamos a trastornar la naturaleza humana con estas cosas de la ideología del género, entonces a dónde iremos a parar.
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Naturalmente queridos hermanos, maestros y maestras, hay que respetar mucho al niño en su propia realidad y acercarse a sus heridas y digo acercarse, en el sentido humano en general. Porque sigue habiendo mucha violencia intrafamiliar en el ambiente de la costa, el tema de las familias disfuncionales es una cosa que ya parece normal.
Y dichoso, el padre que saca adelante a sus hijos, él solo y lo saca bien y bendita la mamá que que hace de mamá, del papá de todo, pero en eso siempre hay una falla. Hay una falla tremenda. Es como que ustedes enseñaran a leer, pero no escribir o a escribir, pero no a leer, sería absurdo. Entonces vayamos a respetar al niño en su realidad, en lo que vive y acerquémonos proponiendo siempre una verdad integral, una verdad más completa.
Y finalmente, queridos maestros y maestras, profesores y profesoras, me permito citar lo que dice la palabra de Dios, cuando Pablo habla a los tesalonicenses y les dice: no se cansen de hacer el bien, no se cansen de hacer el bien (2 Ts 3, 13). Es imprescindible su papel, es imprescindible su presencia, ya no por aquel nivel de analfabetismo del país, porque hoy la gente se puede educar virtualmente, sino de la presencia de aquellos que encarnan los valores. Los valores que propone la conciencia humana y sea cual sea tu religión, maestro o maestra, los valores que encarna la palabra de Dios.
Les comento que nosotros queremos promover la pastoral educativa con el padre Tito Muralles y también pues otros que se asocian a él y queremos proponerles los cuadernillos de valores, porque es importante que el maestro tenga también alguna guía de valores y naturalmente lo vamos a ofrecer a ustedes no vendidos, esperamos que donados, pero hay que comunicar también los valores porque la televisión pervierte, los malos ejemplos a veces en el mismo estado, pues pervierten, confunden y los niños terminan imitando lastimosamente más lo malo que lo bueno.
Que Dios les bendiga siempre y cada uno de ustedes recuerde que su vida es una unidad. No se puede ser maestro en la escuela, en el colegio y en la casa otra persona. Si tienes problemas en tu propia vida, pídele al Señor, al Divino Maestro diciendo así: Señor, enséñame a buscar la verdad y dame la solución a mis propios problemas personales, para que yo pueda enseñar esa verdad no solamente con palabras, sino también con el ejemplo.
Que el Divino Maestro les bendiga y que María, que también ha de haber enseñado a Jesús muchas cosas y San José que le enseñó la carpintería, también están con ustedes, les bendiga María Purísima, la patrona de esta diócesis de Escuintla en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.