El 3 de junio de 2018, el Volcán de Fuego hizo una erupción, de tal magnitud como no se había visto antes. Resultado de este fenómeno natural, fue entre otras cosas, el desplazamiento de más de tres mil personas que fueron evacuadas del área afectada.
La Diócesis de Escuintla, de inmediato abrió diferentes albergues para acoger a las personas desplazadas y no tardó toda la Iglesia Católica en Guatemala y en el mundo, en apoyar esos primeros esfuerzos que en Escuintla se hicieron.
Después de un primer momento, en el que estuvieron albergados en las instalaciones de la Parroquia de Guadalupe, se gestionó el traslado hacia un área cercana conocida como el Parque de La Industria, donde aproximadamente un tercio de las personas evacuadas, fueron atendidas por las diversas instituciones, grupos y pastorales de la Diócesis. Todo este esfuerzo fue coordinado por el Obispo de Escuintla, Monseñor Víctor Hugo Palma a través de Cáritas de Escuintla.
En el «Albergue Papa Francisco», un poco más de un millar de personas fueron acogidos, recibiendo alimentación, cuidados médicos, asistencia psicológica, educación, formación espiritual, acompañamiento religioso, preparación para los sacramentos y sobre todo cuidado, vivienda y trato digno.
Cientos de personas y familias que, después de un poco más de siete meses de permanecer albergados, finalmente llegan a la cuarta etapa del plan de acogida. Corresponde ahora el continuar con la normalidad de sus vidas, que poco a poco a lo largo de estos meses fue retomada. En este punto corresponde el traslado a las casas propias, que con la generosidad de miles de católicos en todo el mundo, se lograron construir y donar para los damnificados.
La administración y organización del «Albergue Papa Francisco», estuvo a cargo de las religiosas Hermanas de Cristo Resucitado, que desde un inicio, bajo la dirección de la Hermana Marisol, estuvieron al tanto para cubrir todas la necesidades de los albergados.
El 21 de enero, se entrega del primer grupo de casas, pero se continúa trabajando en la construcción del resto de casas que están pendientes y de la Iglesia que será construída en Cañadas de Guatelinda, para el servicio de los nuevos habitantes.
Durante el momento previo de la entrega de las casas, el Padre Gil Hernández, Vicario de la Catedral de Escuintla, realizó una Celebración de la Palabra y al finalizar en un momento de reflexión, los nuevos propietarios de las casas, dieron gracias a Dios por el inicio de esta nueva etapa en sus vidas.
El Padre Gil Hernández, en representación del Obispo, dijo con el carisma que lo caracteriza, unas palabras de reflexión que despertaron momentos muy emotivos dentro de los asistentes, beneficiarios y benefactores.
Vista previa a la entrega de las primeras casas a los beneficiarios. Destacó una delegación de un grupo de latinoamericanos que vino desde el área de Washington DC, encabezada por Radio La Voz de las Américas, principales benefactores de éste proyecto.
Entrega de la primera casa a la primera familia de beneficiarios. Como algo inesperado, además de la casa, fue entregado un juego de comedor de vidrio con cuatro sillas, estufa de mesa con gas y un refrigerador.
Una de las muchas familias anteriormente albergadas y que fueron beneficiadas, ahora ya dentro de su propia casa, a la izquierda unos de los benefactores de la Comunidad Latina en Washington DC, que colaboraron con sus donaciones, el Padre Gil Hernández, quien bendijo cada una de las casas y la familia que a partir de ahora reinicia su vida en su nueva casa.
Vista parcial del primer grupo de casas entregadas a los damnificados del Volcán de Fuego, que fueron albergados por la Diócesis de Escuintla.
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Las fotografías que se tomaron el día de la Entrega de casas a damnificados del Volcán de Fuego, se pueden descargar a continuación:
Click en cada imagen, para verla en tamaño completo. (Se debe tomar en cuenta que son fotografías en alta resolución y dependiendo de la conexión a internet, puede demorar unos segundos en cargarse completamente)
