Congreso Eucarístico Internacional: La vida cristiana se alimenta de la Eucaristía

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Conociendo Nuestra Fe
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Congreso Eucarístico Internacional: La vida cristiana se alimenta de la Eucaristía
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“La vida cristiana se alimenta de la Eucaristía, gracias al don del sacerdocio”

Introducción

Preparémonos al Congreso Eucarístico Internacional 2021, meditando ahora sobre la Eucaristía como alimento fundamental de la vida cristiana, gracias al Sacerdocio que Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote ha regalado a la Iglesia

Oración

¡Gracias Señor! por el regalo de la Eucaristía y del Sacerdocio. Espíritu Santo concédenos el don de mirar con ojos de fe la gracia que recibimos de Cristo en la celebración eucarística.

No permitas que ningún día falte a la Santa Misa Aun sea virtualmente, que tanta alegría produce en mi corazón.

Espíritu Santo dame el deseo ardiente de permanecer cada día con el Señor, fundirme con Él, ser uno en Él y desde Él tener la valentía de anunciar con alegría, con alabanza y con gratitud todo el amor que tiene por mí.

Dame la gracia de ser alma eucarística porque yo no quiero sólo vivir la Eucaristía sino estar llamado a ser Eucaristía.

¡Espíritu Santo, que cada Eucaristía sea un paso más en mi cristificación! Con tus manos de artista, Espíritu de bondad, esculpe en mi alma el verdadero rostro de Jesús. Amén.

Observemos la vida:

¿Conoces algún sacerdote? ¿Qué pasa si el padre no llega a celebrar la misa?

Puede hacerse una celebración de la Palabra, pero solamente se puede comulgar si tenemos reserva en el Sagrario. Pero no puede haber Santa Misa sin sacerdote.

a) La Eucaristía renueva y da la gracia del Sacrificio Sacerdotal de Cristo en la Cruz: como en todos los sacrificios antiguos, en el nuevo sacrificio de la Nueva Alianza, la víctima sacrificada se ofrece como “alimento” para el camino de vida de la Iglesia.

Como el maná en el desierto, la Eucaristía es “pan del cielo” en la persona de Cristo. Esto ocurre especialmente cuando comulgamos con ese Cuerpo y Sangre de Cristo.

En el número 1326 del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: Por la celebración eucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos.

b) Es muy importante que desde la Primera Comunión hagamos el propósito de frecuentar la Santa Comunión, preparándonos adecuadamente.

Sin la comunión, como sin el alimento material, nos debilitamos en la Fe.

Cuando comulgamos, como dice el canto popular “se fortalece el fuerte y recibe vigor el débil”

c) El Sacerdocio, instituido por Cristo en la Última Cena es el don que acompaña la Eucaristía.

Los Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe de la Iglesia en la eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo para obrar esta conversión.

Así, san Juan Crisóstomo declara que: “No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado por nosotros”

Y también: El ministro de la celebración de la Eucaristía es el sacerdote (obispo o presbítero), válidamente ordenado, que actúa en la persona de Cristo Cabeza y en nombre de la Iglesia

El Papa Francisco nos recordó el mes de junio 2021: “El sacerdote es un hombre que, a la luz del Evangelio, difunde el sabor de Dios a su alrededor y transmite esperanza a los corazones inquietos: así tiene que ser”.

Compromiso

No perder este Sacramento que da vida en la Iglesia. Tratar de comulgar si es posible, siempre, teniendo en cuenta que debemos estar en la Gracia de Dios.

Enseñar a los niños y jóvenes que la Eucaristía es un alimento para toda la vida, fortaleza de toda la existencia, pues el mismo Señor presente en su Cuerpo y en su Sangre.

Orar por las vocaciones sacerdotales, para que no falte en ningún altar el sacerdote sin el cual no es posible tener el alimento eucarístico.

Oración

Oh Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en este admirable Sacramento: Concédenos que de tal suerte veneremos los sagrados misterios de tu cuerpo y sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de nuestra redención. Que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Oración Conferencia Episcopal

Padre nuestro, fuente de la vida.

Envíanos tu Espíritu para poder reconocer y amar siempre más a Cristo, que se sacrifica por nosotros y está presente en la Eucaristía.

Él es nuestro Señor y maestro, nuestro amigo y alimento, nuestro médico y nuestra paz.

Haznos valientes para llevar su fuerza y su alegría a todos los hombres.

Haz que este tiempo de preparación y la celebración del Congreso Eucarístico renueve espiritualmente a toda la comunidad de creyentes, a nuestras ciudades, a nuestro pueblo, a Guatemala y al mundo.

Amén.