Con gran alegría, la Diócesis de Escuintla, celebró la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, que es la Patrona, de Escuintla. Como es costumbre, cientos de fieles católicos se dieron cita en el templo Catedral, para participar de esta solemnidad.
Este año tuvo como particularidad las romerías, que en días previos, las diferentes parroquias, hicieron a la Catedral, para venerar a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción, participando además de la santa Misa, que se celebró con intención especial para la comunidad parroquial visitante.
Los días previos, coincidiendo con la novena a la Inmaculada, cada parroquia peregrinó devotamente, pidiendo la intercesión de la Madre de Dios, para la santificación de esta tierra escuintleca. Los párrocos visitantes, celebraron la santa Misa, junto a sus parroquianos que lo acompañaban.
En los días previos a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, se realizaron diversos rezados, convites, procesiones, peregrinaciones, catequesis, pláticas y exposiciones, con la finalidad de que el pueblo de Dios, llegara bien preparado a la celebración de la patrona de Escuintla.
En la santa Misa, monseñor Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla, inicia su intervención diciendo: Toda hermosa eres María y en ti mancha alguna, jamás pudo haber. Con esta alabanza a la madre de Dios y madre nuestra, nos introduce en esta gran fiesta diocesana. Nosotros como sus hijos, estamos celebrando a nuestra madre.
Agradeciendo al Señor, por darnos una madre de Escuintla, patrona de nuestra tierra, la Inmaculada Concepción, el obispo anima a toda la comunidad diocesana, a venerar y pedir la intercesión de la siempre pura Virgen María y que acudamos a ella en nuestras dichas y necesidades, porque como madre amorosa que es, de ella recibiremos el consuelo y la alegría anhelados.
El obispo nos recuerda que en el año 2024, se cumplirán 170 años de que el papa Pío IX, promulgó el dogma de la Inmaculada Concepción a través de la carta apostólica Ineffabilis Deus. Nos explicó cómo a diferencia de todos nosotros, que hemos nacido con el pecado original, la Virgen María por Gracia de Dios, nació inmaculada, sin mancha, sin pecado alguno.
Con un ejemplo, monseñor Víctor Hugo Palma, nos explica cómo la Virgen María, es la puerta hermosa, por la que en esta Navidad, entrará a nuestras vidas la salvación que nos trae el Señor Jesús.
Al terminar la homilía los seminaristas miembros de nuestra diócesis, candidatos a los ministerios del lectorado y acolitado, fueron instituidos por monseñor Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla. El seminarista, Alex Renato Ramos Rodas fue instituido con el ministerio del lectorado, mientras que al seminarista Manuel Taperia Raymundo fue instituido con el ministerio del acolitado. Ellos se encuentran en las etapas finales de sus estudios en el seminario y si Dios quiere, en algún momento serán futuros sacerdotes de la Diócesis de Escuintla.
Finalmente, somos invitados a participar de la consagración de la imagen de la Inmaculada Concepción, que por más de cuatrocientos años, se ha venerado en Escuintla por Gracia de Dios.
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Las fotografías que se tomaron en la Celebración de la Inmaculada Concepción de María, se pueden descargar a continuación:
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