¡Sigamos siempre al buen Pastor resucitado!

Queridos hermanos y hermanas:

Este cuarto domingo de Pascua tiene nombre propio: es el domingo del Buen Pastor, en el cual la Palabra de Dios nos presenta dos retratos hermosos e importantes:

  1. El retrato o rostro de la Iglesia, grey o rebaño del Buen Pastor que “va creciendo” en número.

En la primera lectura ante el anuncio de Pedro del “misterio pascual de Cristo” la comunidad de Jerusalén pregunta: “¿Qué hemos de hacer?” es decir, en otras palabras desean ser parte de la comunidad eclesial del Resucitado. La invitación a convertirse y bautizarse y el “agregarse de más de tres mil hermanos” es una hermosa realidad de “salvación universal” si pensamos que la Iglesia Católica se constituye hoy por mas de mil trescientos millones de todos los pueblos y culturas: ¡bendigamos al Buen Pastor por su rebaño numeroso, del cual formamos parte por nuestro bautismo y vida cristiana!.

El mismo salmo responsorial lo confiesa con alegría “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. La misma segunda lectura nos indica que somos las “ovejas que han sido redimidas por las heridas del Buen Pastor”;

  1. El retrato del Buen Pastor, en la lectura del Evangelio contiene rasgos claros del Señor Jesús: Él comienza  advirtiendo sobre “falsos pastores” que son todos los oportunistas, los falsificadores del Evangelio, los que hacen de la Fe un medio de enriquecimiento y no cuidan a las ovejas sino se aprovechan de ellas. El Papa Francisco lo dice tan claramente: “No hay lugar en la Iglesia para aquellos que buscan el dinero”.

Esto nos invita a reflexionar en el lamentable fenómeno de los “grupos de sectas o falsas iglesias pentecostalistas” que se ha convertido en un buen negocio materialista. Por ello Jesús advierte de los que “entran por otro lado” y no pasan por la puerta que es Él mismo y su Misterio Pascual: ¡demos gracias al Señor por todos aquellos que han servido al Señor como verdaderos pastores y han dado la vida por los fieles, como el caso recientemente celebrado de Monseñor Gerardi o tantos buenos misioneros de tantos años en Escuintla!.

Escuchemos pues la voz del Buen Pastor y sigámoslo en una forma de vida nueva. Y oremos hoy en la 54 jornada de oración por las vocaciones que con el tema “El Espíritu Santo empuja a la misión”.

Pidamos al Señor que no falten “hombres y mujeres” es decir, sacerdotes y religiosas que “llevados por el Espíritu” sirvan con el estilo auténtico del Buen Pastor.

Que la celebración del 50 Aniversario de la Renovación Carismática Católica en nuestra Diócesis de Escuintla, sean fuente de bendiciones para nuestras comunidades.

Que “llevados por el Espíritu del Buen Pastor Resucitado” vayamos todos a la búsqueda de la oveja perdida y con actitudes de misericordia le traigamos de vuelta más allá de sus errores y faltas de modo que haya según la voluntad de Dios “un único rebaño y un único Pastor”.