Misericordia y Esperanza

Intención de Oración para este domingo de Elecciones:
Señor, ilumina a los guatemaltecos que hoy participan en la elección de sus autoridades, que su elección sea digna del nombre cristiano, optando por aquellos candidatos libres de toda corrupción. Oremos.

Mensaje de Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla

Queridos hermanos y hermanas en el Señor:

La Palabra de Dios en este domingo proyecta una luz maravillosa: el Dios de Jesucristo, aquel al que ya anunciaban los profetas como el Señor que levanta a su pueblo decaído, hoy se muestra cercano a la humanidad que sufre y, efectivamente, transforma su vida:

El anuncio de la misericordia de Dios le pertenece hoy a Isaías: en el capítulo 35 de su libro el mismo Señor se anuncia especialmente a los de “corazón apocado”, es decir, a quienes la historia de Israel ha desengañado, herido, desilusionado y deprimido. Isaías es el profeta que habla a los corazones que Dios quiere levantar por su Misericordia.

Hay que notar que mientras Dios se acerca al dolor humano hay dos transformaciones: ante todo la del hombre “limitado”: ceguera, sordera mudez, invalidez, son las figuras bíblicas de una vida disminuida, limitada como efecto del pecado. Pero también la misma naturaleza está destinada a transformarse: el desierto tendrá corrientes, y el terreno árido o páramo y la tierra seca tendrán abundancia de agua: ¡en verdad, Dios está presente y actuando más allá de la fuerza del pecado!.

Pero es el Evangelio quien presenta a ese Dios misericordioso que “está actuando” en la persona de Jesús: en la curación del sordo tartamudo hay una figura del Bautismo cristiano: de hecho, allí tiene lugar el rito del “Effetá” (¡Ábrete!) donde el nuevo cristiano es discípulo misionero de Cristo, pues está capacitado para escuchar la Palabra (oído) y para alabar al Señor en la Asamblea (el habla).

De este modo, quedan unidas la misericordia divina y la esperanza humana en la acción de Dios. Esa acción que va “sanando la vida limitada, disminuida” en la medida en que en la comunidad se vive la caridad y cercanía a los hermanos más pobres.

Imposible en este domingo dejar de escuchar el “reclamo” de Santiago en su Carta a una comunidad que sin darse cuenta se ha vuelto insensible e incluso cínica frente a la vida disminuida de los más pobres: ellos actúan con favoritismos al ver el exterior de las personas, y, si continuamos leyendo el capítulo segundo de la Carta de Santiago, veremos que “saludan a los más pobres” pero sin atender su situación, siendo así que los llaman “hermanos”.

En otras palabras: Si Dios es misericordioso, el cristiano ha de serlo “sin hacer distinción o tener preferencias” en la comunidad. Ello levanta la esperanza de esa comunidad en el Reino de Dios que se presenta, como Jesús ante el sordo tartamudo, al fijarse en los más necesitados en todo sentido.

Que en el importante momento social de hoy, día de Elecciones Generales, sea una oportunidad para actuar en conciencia, más allá de los intereses personales, pensando en que se elija a los servidores de los más necesitados. Ello también hará presente la esperanza que sin duda tenía en su corazón el hombre sanado por Cristo al ser llevado frente a Él.

Que Guatemala también sea “sanada” en lo profundo del corazón de todos y cada uno, para escuchar la Palabra y proclamar una Fe movida por la caridad.

 

Firma Monseñor Víctor Hugo Palma