Mensaje de la Conferencia Episcopal de Guatemala
¿Dónde está tu hermano?
Los Obispos guatemaltecos congregados en nuestra segunda reunión plenaria, queremos compartir la verdad y esperanza del Evangelio con toda la sociedad guatemalteca y especialmente con los fieles Católicos. Por ello manifestamos:
- Nuestra profunda pena y cercanía a las víctimas y a sus familias de la tragedia ocurrida en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, tal y como este domingo pasado lo hiciera desde Roma el Papa Francisco. Se trata de un acontecimiento abominable que no debiera haberse dado y que tampoco puede permitirse nuevamente. La muerte trágica y los graves daños sufridos por tantas jóvenes que deberían encontrar en dicho centro la seguridad, el respeto, la asistencia y orientación que no tenían en sus familias y ni en la sociedad, nos hacen señalar que:
- No se ha tratado de un simple accidente sino del trágico final de una situación ante la que demandamos como toda la sociedad guatemalteca, las investigaciones pertinentes, la justa penalización de los responsables y la urgente elaboración de medidas preventivas de hechos como el acaecido precisamente en la fecha del 8 de marzo, socialmente reconocido como “día de la mujer”.
- La juventud es el tesoro de la Iglesia, de la sociedad, no solo el futuro sino el presente de Guatemala: ¡vivamos todos la responsabilidad familiar y social, y eduquemos en ellas a nuestros amados jóvenes!. Nos mueve en esta manifestación de dolor pero también de esperanza el llamado del Papa Francisco a “cuidar a nuestros jóvenes, pues ellos son la ventana por la que entra el futuro del mundo” (Mensaje Jornada Mundial Juventud, Brasil 22 de Julio del 2013).
- Ese cuidado comienza en la propia familia, y en los casos singulares debe confiarse a personas realmente capacitadas: en Guatemala existen instituciones beneméritas que tienen principios y acciones verdaderamente adecuadas para tan delicada misión.
- Manifestamos, finalmente, nuestro desacuerdo como el de muchos guatemaltecos a las propuestas de Leyes de Juventud que no tratan precisamente estos temas de seguridad, respeto y promoción humana de los jóvenes sino quieren ser convertidas por algunos en vehículo de la “ideología de género” que en el mundo entero causa tantos males morales a los jóvenes y a sus familias.
- Nuestra palabra de estímulo para una adecuada realización de las “reformas constitucionales” de las cuales depende tanto la superación de la tristemente famosa impunidad y corrupción en Guatemala. Que la recuperación urgente de dichas reformas sea una expresión de las metas primarias de las mismas: la construcción de un verdadero Estado de Derecho, con una adecuada ejecución de la justicia, especialmente para los más desfavorecidos y considerados “desechables” en la sociedad guatemalteca.
- Nuestra gratitud al Papa Francisco por la buena noticia de la Beatificación el próximo 23 de Septiembre en Oklahoma, Estados Unidos, del Venerable Siervo de Dios P. Stanley Francis Rother, misionero norteamericano asesinado “por odio a la fe” el 28 de julio del 1981 en la Parroquia de Santiago Atitlán, Sololá: un sacerdote de Jesucristo y hombre de gran corazón, completamente entregado a su comunidad indígena, a la cual no quiso abandonar aún a sabiendas del peligro de su vida. Él decía: “El pastor no debe huir”. En esa comunidad, aún hoy en el idioma tzutuhil se le llama “Padre Apla’s” (Padre Francisco). Que esta nueva bendición para toda Guatemala nos inspire a vivir la santidad como relación con Dios Padre Misericordioso a través de nuestros hermanos más pobres (Papa Francisco, Exhortación “La alegría del Evangelio” 45ss).
- Finalmente, hacemos un llamado a la vivencia de la Cuaresma 2017 como tiempo fuerte de conversión, inspirados en el Mensaje del Papa Francisco: “La Palabra es un don, el otro es un don”. ¿Dónde está tu hermano? (cfr. Gen 4, 9) nos pregunta el Señor desde la conciencia de cada uno. Los altos índices de violencia desde el comienzo del año, los hechos mortales acaecidos a las jóvenes del Hogar Seguro como final de una historia de corrupción, pero también la indiferencia y penosa capacidad de olvido no son una respuesta adecuada a la interrogante divina: más bien, ponen en tela de juicio las muchas manifestaciones religiosas de todos los credos y los discursos de compromiso de tantos sectores que no se concretizan en una vida más digna y segura especialmente para la juventud.
Que María Santísima, Madre de los Jóvenes, Reina de Guatemala, y el futuro beato P. Apla’s, intercedan ante el Señor en esta Cuaresma para que los signos de oscuridad moral, indiferencia y corrupción en Guatemala se vean iluminados y vencidos por deseos de un cambio profundo hacia una “Guatemala distinta” especialmente para las nuevas generaciones.
Guatemala, 15 de marzo de 2017.
+ Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, S.J.
Obispo de Sololá-Chimaltenango
Presidente Conferencia Episcopal de Guatemala
+ Monseñor Domingo Buezo Leiva
Obispo Vicario Apostólico de Izabal
Secretario Conferencia Episcopal de Guatemala