En el camino de las visitas misioneras, que el Obispo de Escuintla Monseñor Víctor Hugo Palma, realiza a todas las parroquias de la Diócesis de Escuintla, casi al final del recorrido anual, ha regresado a su propia sede, la Catedral de Escuintla, reencontrándose de nuevo con los parroquianos de Nuestra Señora de Concepción, que en éste día terminan la semana misionera, posterior al retiro kerigmático realizado en las instalaciones del Oratorio Hermano Pedro.
Representantes, en buen número, de todas las comunidades en las que está organizada la parroquia, se hicieron presentes para participar de la Santa Misa, presidida por el Obispo, escuchar su catequesis y reunirse con él, para compartir las múltiples experiencias vividas en la semana misionera recién terminada.
Agentes de pastoral que integran las diferentes pastorales que funcionan en la Parroquia Nuestra Señora de Concepción, Consejo Parroquial y los misioneros, desde muy temprano estaban preparados para participar de la celebración eucarística.
Fue en el vigésimo sexto domingo del tiempo ordinario, el encuentro con el Obispo, quien en la homilía, nos recuerda cómo la misericordia de Jesús, advierte a sus discípulos sobre el peligro de no discernir. La enseñanza de este domingo es como un despertador, ante la gran influencia del querer vivir todo aquí y ahora.
En la primera lectura, nos recuerda sobre el peligro de los que se sienten totalmente seguros y que fácilmente se puede perder el sentido de una realidad que es fŕagil y vulnerable. En el salmo 145, alabemos al Señor que viene a salvarnos, el Obispo nos recuerda que contrario a nuestra indiferencia, el Señor si presta su atención a los necesitados en todo sentido. La segunda lectura nos enseña en qué su fundamenta la vida de un hombre cristiano y es en la rectitud, la piedad, la fe y el amor.
Es en el Evangelio en donde encontramos esa gran llamada a la atención, que unido al Evangelio del domingo pasado, nos recuerda que debemos pensar en el futuro. En la historia que cuenta Jesús, dos hombres, materialmente tan diferentes, pero todos bajo el juicio de Dios. Por un lado la cerrazón en el lujo extremo y la insensibilidad del rico y por otro el pobre que es auxiliado (Lázaro, de Eleazar, el auxiliado por Dios).
Es una advertencia, no de odiar al que tiene, sino de con amor, compartir lo tenemos para no perderlo todo, el de abrir esa puerta que nos separa del hermano necesitado.
La homilía de Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla y la proclamación del Evangelio por el Padre Martín Sirín, párroco de Nuestra Señora de Concepción, Catedral de Escuintla, se pueden escuchar y descargar en el reproductor de audio en la parte superior.
Al concluir la Santa Misa dominical, Monseñor Víctor Hugo, se reunió con los misioneros, que en la semana previa, recorrieron varias comunidades de la parroquia, con el fin de llevar el anuncio, la buena noticia, de anunciar a Jesús a quien lo necesita. Después de la catequesis habitual, el Obispo, escuchó varias intervenciones de los misioneros, que compartieron sus experiencias y vicisitudes en la Misión.
Finalmente, nuestro Obispo, nos dio palabras de apoyo y ánimo, para continuar con el camino iniciado, que forma parte del Plan Pastoral Diocesano, «Rema mar adentro», para que nos fortalezcamos en la oración y así poder seguir anunciando el Evangelio. Además dio un pequeño adelanto, de lo que será la siguiente etapa del camino misionero.
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Las fotografías que se tomaron en la Visita Pastoral a la Parroquia Nuestra Señora de Concepción, Catedral de Escuintla, se pueden descargar a continuación:
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