Queridos Hermanos y Hermanas:
El cuarto domingo de Pascua es conocido como “Domingo del Buen Pastor”; el Señor Resucitado se presenta a la comunidad cristiana como aquel que “conoce a sus ovejas, quien las guía y las protege”.
Se trata de la relación que tenemos nosotros, hoy como Iglesia visible en el tiempo y en el espacio con Aquel que vive entre nosotros y con quien tenemos una relación “pastoral”. Es decir, mediante esa imagen riquísima de “pastor – rebaño” la Palabra de Dios nos invita:
- A comprender que no somos una institución del mundo, que crece por la fuerza del poder, del dinero, de las ideas, sino por la presencia y misericordia del Señor resucitado, así lo demuestra la primera lectura que narra el fuerte y hermoso crecimiento de los primeros cristianos, aún en medio de persecuciones, sin duda, las gentes encontraban en la Buena Nueva el mensaje del amor, de la misericordia, del perdón que el mundo no conocía antes de Cristo;
- Se nos invita también a contemplar la “Iglesia celestial” que también es presentada como un grupo grande, que seguirá a un Cordero que no es otro que el mismo Señor Resucitado que en la gloria dará la felicidad eterna, y la vida plena a su seguidores, los cristianos que “han blanqueado su vestido en su sangre”. La imagen parece contradictoria, la sangre mancha, no limpia… excepto como dice Pablo “la sangre de Cristo que nos ha purificado”. Es una invitación a ser fieles al Buen Pastor / Cordero como lo siguen siendo hoy en día miles y miles de cristianos que en el mundo siguen siendo martirizados, asesinados y perseguidos por quienes se oponen a su Pastor/Cordero;
- Finalmente se nos invita “escuchar la voz del Buen Pastor”, la Fe cristiana no tiene un Dios que “se ve” sino que “se oye” en la Palabra proclamada, ¡seamos verdaderamente fieles a la voz de Cristo que nos viene por su Iglesia, y tendremos parte en los verdes prados de la vida eterna!. Tengamos especial cuidado de los “lobos con piel de oveja” o “falsos pastores” que dividen el rebaño de Cristo, que lo manipulan psicológicamente, lo explotan materialmente, lo usan hasta políticamente, una dura realidad tan abundante en Escuintla y el mundo actual.
En este domingo la Iglesia realiza la 56 Jornada de Oración por las Vocaciones con el tema “La Iglesia, Madre de las Vocaciones”. El Papa Francisco nos pide:
- Tomar la responsabilidad de orar y discernir, es decir, comprometernos con las vocaciones sacerdotales, por ejemplo, siempre escasas, pero que no nacen individualmente sino en la Iglesia, diríamos en las Familias;
- A ayudar a crecer las vocaciones, no solo son las vocaciones sacerdotales, sino toda vocación misionera;
- A ayudar al sostenimiento de dichas vocaciones, con la oración, con los medios materiales.
Oremos entonces por nuestros jóvenes (este Domingo 17 de Abril realizamos la “Pascua Juvenil Diocesana” en la zona 3 de Escuintla). ¡Que la juventud no escuche las voces engañosas y malignas de la droga, la violencia, el erotismo, el materialismo que pierden a tantos y tantas en nuestra tierra, llegando hasta el asesinato.
Que de modo especial, nuestros sacerdotes sean “pastores misericordiosos” cercanos a los jóvenes que andan “como ovejas sin pastor” y la Pastoral Juvenil logre para Cristo abundantes discípulos misioneros que testimonien con su vida el haber encontrado a quien es “Camino, Verdad y Vida”. ¡Aleluya!