Mensaje de Adviento 2014

“LES ANUNCIAMOS UNA GRAN ALEGRÍA”

 Resumen del Mensaje Pastoral a la Diócesis de Escuintla   en ocasión del Adviento y la Navidad 2014 e inicio del Año Pastoral 2015

 Al Presbiterio, a los Seminaristas Diocesanos, a las Religiosas a los Agentes de Pastoral, a los hombres y mujeres de buena voluntad de la sociedad escuintleca:

Queridos Hermanos en el Señor:

 Al entrar en el maravilloso ciclo de los tiempos del Adviento y la Navidad del año 2014, me dirijo a Ustedes con la más cordial invitación a vivir una alegría más auténtica: aquella del mensaje angélico en la noche de Navidad a los pobres pastores: “No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor” (cfr. Lc 8-11).

 La luz brilla en las tinieblas y ellas no la vencieron (Jn 1, 4-5)

Modelo de la humanidad creada por Dios pero afectada profundamente por el pecado a todo nivel y de tantas formas, la Iglesia y sociedad escuintlecas están animadas ante todo por la esperanza en su Señor, que debe hacer perseverar la vida cristiana ante duras realidades en nuestro entorno, como lo son:

  1. La pérdida del sentido y valor de la vida humana: en uno de los departamentos más violentos de la nación: ya ésta misma ocupa nada menos que el quinto lugar en el mundo en muertes violentas[1].
  2. Predominio del narcotráfico y crimen organizado: que por la misma situación de “desarraigo y temor” y de lugar accesible en tantas vías hace de nuestra tierra el segundo o tercer mayor lugar de trasiego de droga a nivel nacional[2]
  3. Crecimiento del ambiente de vicio y corrupción moral: con la triste fama que ello contrae para la región, pero con medidas pocas o nulas de parte de las autoridades departamentales o municipales, aumentan los prostíbulos, los llamados “salones de baile o discotecas” en la cercanía de zonas residenciales, frente o cerca de centros educativos, contra toda legislación al respecto. ¿Qué podemos esperar de niños y jóvenes, cuyos hogares ya son disfuncionales y que crecen creyendo “normal” el ambiente contaminado por estas cosas?.
  4. Degradación ambiental: que va siendo un tema cuyo tratamiento ser hace cada vez más urgente desde la ya mencionada “responsabilidad social de la empresa” y del compromiso gubernamental.
  5. La difusión del error religioso de sectas fundamentalistas: que haciendo de la Palabra de Dios un instrumento anti católico pero sobre todo éticamente ambiguo, degeneran en intereses económicos, vulnerables a la manipulación política y hasta delictiva.
  6. La confusión y los frutos del sincretismo cristiano y pagano: no deja de ser una característica lamentable a nivel nacional y en la Costa Sur empobrece la Fe al frecuentarse creencias lindantes en lo diabólico (el caso de Maximón), falso naturismo en salud, etc.
  7. La crisis del compromiso hacia la misión y acción pastoral de la Iglesia: se cuenta con pocos obreros en la inmensa mies del Señor ante el reto de una misión que se ve contrariada por “otros misioneros” del proselitismo sectario que hacer perder a los fieles católicos el camino de la verdad hacia el Dios de Jesucristo.
  8. La anti cultura de una “vida personal sin responsabilidad familiar”: aparte de las condiciones laborales actuales que no están ciertamente orientadas a facilitar la convivencia familiar suficiente, se ha hecho común la costumbre de la variedad de “hogares” en unión sin matrimonio sacramental.
  9. La creciente penetración de la droga entre la niñez y juventud: que junto a un ambiente costeño de por sí proclive al permisivismo moral, agrava la situación al ser un preámbulo a la asociación delictiva.
  10. El indiferentismo que nace de la desilusión de una Fe que no transforma la vida y la historia: pues nuestro “ateísmo escuintleco” no es ideológico sino práctico campo fértil para todas las visiones materialistas del ser humano.

Les anuncio una gran alegría: hoy les nacido un Salvador,  que es Cristo el Señor (cfr. Lc 2,10)

Atraídos por la segura venida de Aquel que colma con su nacimiento toda alegría humana (cfr. Is 9, 1ss), les propongo en este Adviento “caminar desde ahora  a la luz del Señor” (cfr. Is 60,1ss; cfr. Ap 22, 20)  que viene, ayudados por los medios que nuestra madre y maestra, la Iglesia Esposa de Cristo nos ofrece en su cuidado pastoral:

  1. La escucha atenta de la Palabra de Dios: que a través de los Evangelios especialmente, pero de todo el leccionario de Adviento Navidad es “palabra que llama a la conversión”, a la preparación de los “caminos del Señor” en la vida personal, familiar, social.
  2. El recurso frecuente al Sacramento de la Confesión: ¿cómo podemos vivir la conversión si no acudimos al consejo espiritual y a la Gracia santificante que nos hace ver aquello que debe cambiar en nuestras vidas?
  3. La práctica de la caridad hacia los más necesitados: aparte de ciertas acciones que se emprenden esporádicamente, este es el tiempo de recordar la enseñanza del Señor: “Lo que hicieron con mis hermanos más humildes, conmigo lo hicieron” (cfr. Mt 25, 131ss).

Finalmente, exhorto a párrocos, vicarios, religiosas y agentes de pastoral a animar las diversas expresiones de la Piedad Popular de este tiempo: el nuevo Beato Paulo VI gustaba llamarle “la religión del pueblo”[3]. El Santo Padre Francisco nos invita a descubrir en ella la “expresión de la Fe” que solamente “entienden los sencillos”[4]. A este respecto:

  1. La devoción de las “Posadas”: nos invita a entrar en la paradoja de necesidad y rechazo de Dios en la vida humana. Ciertamente como afirma el Evangelio según San Juan “la Palabra vino a los suyos y los suyos no la recibieron” (cfr. Jn 1, 11). Por otra parte, la contemplación de la Sagrada Familia compartiendo las situaciones perentorias de tantas familias actuales (falta de protección, de habitación, etc.) nos estimula a una conversión que pase por “acoger entre nosotros al Señor” en los hermanos necesitados (cfr. Mt 25, 31ss).
  2. La Corona de Adviento: ha venido a significar el compás del ritmo preparatorio del Adviento hacia la Navidad: ojalá fuera también una expresión del “camino de conversión personal, familiar, comunitaria” hacia el Dios que viene.
  3. La preparación del Nacimiento o Pesebre en la parroquia y en la casa familiar: se une a la intención catequética de la Tradición Viva de los santos, como la del Hermano Pedro, que “hace del templo y del hogar” un espacio de devoción, más par la oración y reflexión que simplemente ornamental.

“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (cfr. Lc 1,28)

A María Santísima, que “no está demás” en la Fe y Misión de la Iglesia, sino es un claro regalo de Dios a su pueblo (cfr. Jn 19, 25ss)[5];  a ella encomendamos desde este Adviento y Navidad 2014 el nuevo ciclo pastoral 2015.  Ella es la “Estrella de la Evangelización” que sabe que a pesar de las etapas de aridez, de ocultamiento, de fática, el camino que hacemos como discípulos misioneros “entre las persecuciones del mundo y las consolaciones de Dios”, pues ella misma, a pesar de los momentos oscuros, “permaneció siempre unida al misterio de su Hijo avanzando en el itinerario de la Fe”[6]

Invito a todos a vivir el Adviento y Navidad con el entusiasmo del próximo inicio del año pastoral 2015, encontrando en María y el pequeño “cenáculo familiar” de Nazaret, la imagen inspiradora que nos hace decir: ¡ EN CENÁCULO Y EN  FAMILIA, A LA MISIÓN POR CRISTO CON MARÍA!

Monseñor Víctor Hugo Palma

[1] Cfr. PRENSA LIBRE Edición 28 octubre 2014: 39.9/100,00 habitantes

[2] Cfr. PRENSA LIBRE Edición 21 de octubre 2014: especialmente en Puerto de San José, de Escuintla a Guatemala

[3] Cfr. BEATO PAULO VI Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi 48; cfr. CONCILIO VATICANO II Constitución Gaudium et spes 50

[4] Cfr. S.S. FRANCISCO Evangelii gaudium 122-125

[5] Cfr. S.S. FRANCISCO Evangelii gaudium 286ss

[6] Cfr. Idem; cfr. SAN JUAN PABLO II  Encíclica Redemptoris missio 17