Palabra, Espíritu y Vida.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del padre. El Padre y yo somos uno”.
Palabra, Espíritu y Vida.
Mensaje de Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla, para el IV Domingo de Pascua (C) Jn 10, 27-30.
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