¡Que nuestra Fe nos lleve a servir!


Queridos Hermanos:

El Señor Jesús nos muestra este domingo una verdad importante sobre la Fe cristiana. Ciertamente ella, la Fe, que no es un sentimiento que se tiene o no, sino una “forma de vida, de respuesta a Dios que nos habla” y por ello es fuente de paz, seguridad y alegría. Así lo indica la famosa frase del profeta Habacuc –cuyo nombre significa “abrazo”- en la primera lectura: El justo vivirá por la Fe”.

El profeta expone promesas muy hermosas de Dios para su pueblo, Él en verdad escucha su clamor, su lamento y va a abrir un futuro de paz. Y sin embargo, Habacuc escribe en el siglo VII a.C. para un pueblo israelita que lo perderá todo, la nación, la economía, la paz y hasta la vida a manos de los babilonios.

En medio una desgracia por venir “la Fe dará vida al justo”, es decir, siendo una forma de vida, de actuar, de pensar, más allá de la caída de cualquier seguridad, la Fe sostiene y hace sobrevivir al pueblo de Dios por sobre las desdichas: ¡confiemos en las promesas y auxilio del Señor mientras tratamos de cumplir su voluntad, de seguir sus caminos!.

Sin embargo, esa “Fe que salva” se ha de traducir en servicio desinteresado, constante y alegre para con los hermanos.

Es el mismo Señor en el Evangelio quien indica:

  1. El poder de la Fe como unión con Dios, que puede “hacer a un árbol arrancarse de la tierra y plantarse en el mar”;
  2. Pero también y por ser una forma de vida, mueve la vida del discípulo del Señor hacia el servicio “sin buscar más que la alegrìa del servicio mismo”. Es lo que testimonia Pablo a Timoteo en su Segunda Carta: “No te avergüences, da testimonio, consolida tu vida según la predicación sobre la Fe y el amor que recibiste de mí». Pidamos al Señor que “aumente nuestra Fe” a veces pequeña e incapaz no de “hacer milagros”, sino de optar por el bien y desechar el mal.

Que el Santo Espíritu nos impulse a mostrar nuestra Fe en las obras del amor, de la justicia, del bien, no reduciendola a un “sentimiento pasajero”o a manifestaciones espectaculares.

Y que María Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Guatemala interceda por la paz, el respeto a la vida y el amor a la Misión, en este “mes extraordinario de esa misión” pedido por el Papa Francisco y llamado “Bautizados y enviados”.

Reina de Guatemala, dános la paz, llévanos a servir desde la Fe con las obras del servicio y del amor. Amén.

Para conocer más sobre este Mes Misionero Extraordinario visite: www.october2019.va. Gracias.