XXIX Domingo del Tiempo Ordinario (C)

Palabra, Espíritu y Vida.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8.

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:

“En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: ‘Hazme justicia contra mi adversario’.

Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando’ ”.

Dicho esto, Jesús comentó: “Si así pensaba el juez injusto, ¿creen ustedes acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen ustedes que encontrará fe sobre la tierra?”

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Palabra, Espíritu y Vida.

Comentario de Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla, para el XXIX Domingo del Tiempo Ordinario (C) Lc 18, 1-8.